Crater Lake está al Oeste del Lago Naivasha y como su propio nombre indica se trata de un cráter volcánico con un lago en su interior donde se habitan varias especies animales (sobre todo aves, reptiles y monos...).
Visitando Crater Lake Game Sanctuary
Como teníamos tiempo hasta la hora que en la que debíamos devolver el 4x4 en Nairobi desayunamos de lujo en el restaurante del camping, recogimos la tienda y nos acercamos hasta él para hacer un trail que lo recorre.
Nos salío a 4.500 chelines por persona, bastante caro para dar una vuelta y no ver otra cosa que algún mono que otro. Las vistas eran muy buenas, pero si vas buscando ver animales te vas a volver con el rabo entre las piernas.
Después del paseo decidimos comer en el restaurante del cráter (si no había nadie en el cráter, menos aún en el restaurante) para a partir de ahí ya ir directos a Nairobi sin parar por el camino. Comimos unos platos de pasta y como ya teníamos experiencia, mientras los preparaban nos dimos una vuelta por la parte inferior del lago, que es cuando vimos un grupo de colobos que no habíamos visto todavía.
Del Lago Naivasha a Nairobi
Después del plato de pasta montamos por última vez en nuestro Mitsubishi Pajero para recorrer en él los últimos130km hasta Nairobi.
Nada más salir de Naivasha vimos un control de policía de lejos, pero no parecían parar a nadie... hasta que llegamos nosotros. No íbamos rápido pero nunca sabes lo que te pueden decir así que nos quedamos expectantes hasta que comprobamos la buena fe del agente. Le dimos la documentación y nos deseó buen viaje.
Unas dos horas de trayecto después devolvimos el coche en las oficinas de Concorde en Nairobi. Nos costó bastante llegar porque por las tardes se suelen formar retenciones muy grandes, pero Waze nos recalculó una ruta que pasaba por carreteras más que secundarias y creo que nos ahorró bastante tiempo.
Revisaron el vehículo y nos perdonaron el extra por haber hecho más kilómetros de los acordados inicialmente por el contratiempo que tuvimos en la ruta Samburu - Nakuru. No eran mucho lo que habríamos tenido que pagar pero se agradece el detalle.
Llamamos a un Uber para que nos acercara al alojamiento que habíamos reservado en Booking y ahí sí que sentimos realmente lo que son unas buenas retenciones en Nairobi que no hay Waze que te mitigue.
Como anécdota, Alvaro iba en el asiento del copiloto mirando su iPhone cuando el chófer del Uber le dijo que lo guardara, señalando a un chico que se acercaba peligrosamente a la ventanilla (bajada porque el coche no tenía aire acondicionado...) listo para agarrarlo y salir corriendo.
Cena en el Carnivore
Para cenar nos habían hablado del Carnivore, una cadena de buffet libre de carne donde por un precio fijo se acercan camareros con espadas tipo rodizio brasileño hasta que tumbas la banderita que tienes en tu mesa dándote por vencido. En este establecimiento tenían todo tipo de cares exóticas, siempre que los animales fueran criados en granjas.
Hace muchos años tenían carne de caza, pero desde hace un tiempo está prohibida por ley por lo que todo lo que te sirven es carne de animales criados en granjas.
Alvaro fue ganando al resto de las mesas, que venían y se iban hasta que al final, casi solos, decidió tumbar la bandera ya que yo llevaba más de una hora con la mía tumbada y me estaba aburriendo bastante... No sé cómo puede comer tanto...