Tras la escala que hicimos en el Lago Mburo en nuestro viaje desde Kampala, hoy tocaba recorrer los otros 250km restantes hasta Ruhija, que fue el sector que nos asignaron los de la UWA (Uganda Wildlife Association) cuando Titus nos gestionó los permisos para ver a los gorilas de montaña. Por contextualizar, en Bwindi, ademásde Ruhija, se encuentran también los sectores de Buhoma, Rushaga y Nkuringo.
De esos 250km, los primeros 220km fueron muy buenos, ya que transcurrieron por la carretera bien asfaltada que traíamos desde Kampala. En los últimos 30km la película cambió ya que comenzamos a subir por una pista llena de curvas de todo tipo, pero tuvimos suerte de que no estaba embarrada a pesar de la tormenta exprés de la tarde anterior. Supongo que la época de lluvias esto será otro cantar.
Llegada al Bwindi Impenetrable National Park
Según ibamos subiendo, el paisaje se hacía cada vez más y más interesante, ya que veíamos cultivos en llanuras rodeados por montañas, en lo que parecía ya a lo lejos el Congo.
Cuando quedaban pocos kilómetros para llegar a Ruhija, entramos en el Bwindi Impenetrable National Park, con su correspondiente puerta de entrada, donde tomaron nota de nuestra matrícula y demás. Se notaba la ilusión que teníamos todos, ya que se acercaba el momento más esperado del viaje. Nuestro encuentro con la familia Mukiza, de 18 ejemplares.
Alojamiento en el Gorilla Friends en Ruhija
Al llegar a Ruhija nos dirigimos directos al Gorilla Friends Resort Campsite donde habíamos reservado un par de tiendas de campaña. Para nada eran tan nuevas como las del Eagle's Nest del lago Mburo, pero harían su función.
Como llegábamos sin comer nada, tratamos de comer allí mismo, pero había pasado ya la hora de la comida por lo que se nos ocurrió pedirles si era posible que nos cocinaran unos "rolex", una especie de tortilla envuelta en chapati que le habíamos visto a Charis pedir en la gasolinera tanto en el trayecto desde Kampala como esa misma mañana, y nos dijeron que sí.
En total nos cobraron 30$ por persona por alojarnos cada noche en una tienda doble con desayuno incluído. No era para nada barato, pero parten de que cada uno hemos pagado ya 700$ por el permiso de los gorilas...
Paseo por Ruhija
Nos hicimos amigos de la chica que llevaba el alojamiento, Scovia, que nos ofreció actividades para la tarde, pero como no habíamos tenido muy buena experiencia con el nature walk del día anterior y todo nos parecía relativamente caro para lo que luego creíamos que nos íbamos a encontrar, nos fuimos a explorar Ruhija por nuestra cuenta.
El pueblo no es muy grande pero es precioso y la gente es amabilísima. Fran incluso jugó un poco al balón con unos chavales que jugaban con lo que podían.
Después del paseo, nos pegamos una ducha, cenamos con Scovia y nos fuimos a dormir para descansar para el gran día, que estaba a punto de llegar.