Tras los gorilas, nuestro siguiente objetivo en Uganda era poder ver chimpancés en libertad y la verdad que teníamos en mente verlos en el Parque Nacional de Kibale, que es el más conocido en este área pero también el más caro. Si el gorilla tracking salió por 700$ por persona, el chimpanzee tracking por Kibale costaba 200$ por persona, por lo que si conseguíamos verlos en Kyambura nos íbamos a ahorrar un dinero importante.
Acceso a la garganta de Kyambura desde la carretera
Nuestra última noche en el Engiri durante la cena conocimos a unos chicos alemanes majísimos que nos contaron que acababan de ver a los chimpancés en la garganta de Kyambura el día anterior y nos animaron a hacerlo. También nos advirtieron sobre el estado de la pista a la garganta, que estaba totalmente embarrada y tuvieron muchísimos problemas para acceder con su utilitario (no tenían 4x4), aunque nos dijeron que como nosotros sí que conducíamos un 4x4 probablemente tendríamos mejor suerte.
Como no habíamos reservado y las visitas arrancaban sobre las 08:00 queríamos llegar con antelación para que nos pudieran encajar en alguno de los grupos de la mañana por lo que fuimos temprano. Entramos en la estrecha pista, que cada vez tenía más barro, pero Charis se manejaba muy bien. El problema vino con una furgoneta de turistas sin 4x4 que se había atascado y no había manera continuar.
Todavía nos separaban 2km a la garganta de Kyambura y Alvaro y Fran decidieron por su cuenta, sin contar con el resto, hacerlos a pié en solitario, con todo el riesgo que conlleva andar por libre en medio de un Parque Nacional en el que conviven leones, leopardos o elefantes.
No tardó en aparecer un hombre en moto que nos avisó tanto a Aitor como a mí de que tendríamos que ir avanzar todos juntos debido a que había elefantes más adelante, pero Alvaro y Fran ya estaban muy lejos y no pudimos avisarles.
Cada vez teníamos más cerca al elefante y de repente una anciana del grupo de británicos que se habían estancado se tropezó y cayó al barro, sin poder levantarse. Entre varios hombres la ayudaron a levantarse y pudimos proseguir sin contratiempos.
Tracking de chimpancés en la garganta de Kyambura
Cuando por fin llegamos a las oficinas de la garganta de Kyambura no nos pusieron ningún problema para hacer el tracking. Nos registramos, pagamos 50$ por persona (150$ menos que en Kibale...), los rangers nos dieron una pequeña explicación sobre cómo iba a funcionar el tracking y nos dividieron por grupos.
Por lo que pudimos ver, al igual que con el tracking de los gorilas en Bwindi, los rangers dividen los grupos según edad y condición física. Los grupos de los turistas ancianos accedieron a un grupo de chimpancés que se encontraban junto a la pista, por lo que no tuvieron que moverse demasiado, y a nosotros nos tocó andar y correr por pistas de la garganta, supuestamente porque estaban escuchando a otros chimpancés, para al final acabar visitando a los mismos que el grupo de ancianos, con el que coincidimos porque marchaban cuando llegábamos nosotros.
Olvidando tanto la odisea de la pista como que nos tuvieran para atrás y para adelante correteando por el bosque de la garganta para acabar viendo a unos chimpancés que estaban junto a la pista, volvimos a vivir una experiencia inolvidable ya que estuvimos a un metro de este gran grupo de chimpancés, y de hecho a Aitor uno casi se le tira encima cuando bajó del árbol mientras él fotografía otro indivíduo.
Os dejamos por aquí algunas fotografías que tomamos durante el tracking de chimpancés.
Vuelta a la carretera
Al igual que con los gorilas, estuvimos alrededor de una hora viendo a los chimpancés y volvimos a las oficinas donde habíamos comenzado el tracking, y nos montamos con Charis, que había conseguido no sólo llegar hasta allí, sino acercarnos después hasta el punto donde comenzaría el tracking.
Cuando estábamos ya en la pista que une la carretera con las oficinas volvimos a bajarnos del coche porque la misma furgoneta que se había atascado a primera hora de la mañana se había vuelto a atascar.
Ya sin el estrés que suponía llegar tarde para el tracking sin reserva previa estuvimos charlando y riéndonos unos chicos americanos con los que nos habían emparejado en el mismo grupo para el tracking y viendo como uno de ellos le ofreció el cinturón que llevaba puesto a una de las británicas para tratar de usarlo de cadena... ¡y funcionó!
Como moraleja, si piensas ir a Kyambura a ver chimpancés, trata de reservar con antelación e, independientemente, vete con bastante antelación porque esto debe ser habitual.
Desde Kyambura a Fort Portal
Ya era medida mañana y teníamos intención de dormir a 20km de Fort Portal por lo que paramos en una gasolinera a repostar, brindamos por el gran día con unas Nile y pusimos rumbo a Fort Portal.
Al llegar a Fort Portal habíamos hecho ya hambre y buscamos un sitio para comer algo, por lo que Charis nos llevó a un restaurante del que había oído hablar llamado Garden's. No era de los más baratos, pero teníamos mucha hambre y, como en muchos otros sitios, a Charis le salió gratis la comida.
Después de comer proseguimos nuestro camino hacia una zona de lagos volcánicos al sur de Fort Portal, cercana a Kibale, ya que teníamos reservadas 3 noches en uno de ellos, llamado Nyamirima, porque en nuestro itenarario original habíamos marcado Kibale como opción por si no veíamos chimpancés en Kyambura.