La verdad que habíamos leído maravillas sobre Moremi, pero nuestra visita no la conseguimos cuadrar especialmente bien. Todo el mundo recomienda hacer noche (en la zona llamada Third Bridge para ser más exactos) pero no fuimos capaces de encontrar alojamiento, al menos por teléfono los días previos (llamamos únicamente a los alojamientos con precios más asequibles, que, como por todo Botsuana, no son los que más abundan...).
Sí que es verdad que en otras ocasiones nos ha pasado a nosotros mismos que plantándonos directamente en el sitio te hacen un hueco, pero en el caso de Moremi no lo veíamos factible porque Third Bridge no sólo está bastante dentro de la reserva, sino que las pistas en Moremi no son fáciles (incluso hay que cruzar el río con el 4x4, viendo como el agua poco a poco te llega casi hasta la ventanilla).
Visita express de Moremi desde Maun
Por tanto preferimos no jugárnosla y hacer la visita en el día, desde Maun.
Tardamos algo más de hora y media en recorrer los 100 kilómetros que nos separaban de la puerta de Moremi y ya antes siquiera de entrar empezamos a ver muchos elefantes. Dentro pudimos ver también muchos hipopótamos, cebras, jirafas... y eso que no profundizamos demasiado ya que muchas pistas estaban llenas de agua, otras de arena y otras... de barro.
En general en Botsuana no te podías fiar de las pistas de las aplicaciones de mapas ya que muchas veces te las encontrabas impracticables, sobre todo para un vehículo viajando solo. Si hubiéramos ido con otro vehículo nos habríamos atrevido más, ya que llevábamos cinchas, maderas y demás artilugios para poder ayudar a otros coches. Y bueno, en concreto Moremi... no era un parque fácil para conducir, la verdad.
Casualidades de la vida, fue al salir del parque cuando nos topamos con el mayor número de animales ya que vimos una manada de más de 100 elefantes que fue impresionante.
El día dio para poco más. La reserva pintaba muy muy bien, pero sí que creemos que es básico poder hacer noche en Third Bridge.