Estuvimos dando una vuelta por Maun buscando excursiones por el Delta del Okavango con poca suerte, así que decidimos contratarla con nuestro camping. Ofrecían excursiones de día, haciendo una noche y haciendo dos noches, que es la que acabamos cogiendo nosotros, porque nos atraía la idea de recorrer varias zonas del delta y nos costó 1200 pulas por persona.
¿Qué llevar a la excursión en Mokoro durmiendo en el delta?
Para la excursión nos teníamos que llevar todo lo necesario para "subsistir" durante los dos días y medio que íbamos a estar por el Okavango, por lo que cogimos comida (unos cuantos sobres de sopa, pasta, arroz, galletas, agua, ...), nuestros sacos de dormir, ropa, crema solar, repelente de mosquitos etc.
Cuando vino la lancha a buscarnos nos hicieron firmar un papel donde dábamos fé de que sabíamos dónde nos metíamos y que cualquier accidente debido a la "wildlife" corría por nuestra cuenta. No tuvimos ningún problema pero alguna vez sí que ha habido algún accidente y la verdad que el documento que firmas te dá qué pensar.
Nos llevaron en la lancha únicamente los primeros kilómetros, hasta una zona de nos esperaban los mokoros.
Qué son los Mokoros
Los mokoros son canoas de madera llevadas por remeros que usan palos largos con los que se impulsan haciendo fuerza con el fondo del río por lo que son viables en aguas poco profundas.
Cuando llegas a la zona de los remeros empieza la adjudicación de remeros - grupos y a nosotros nos tocó con un chaval que se hacía llamar Trompo y que hablaba cuatro palabras contadas de inglés.
Una vez en el Mokoro con nuestro guía Trompo nos llevó a una islita del delta muy cercana en la que montamos la tienda de campaña, y como empezaba a hacer calor, Trompo nos informó de la política que seguiría durante los 2 siguientes días: en las horas de calor, descansar, así que... a descansar.
Después llegó la hora de la comida, y nos hicimos un poco de pasta y como seguía haciendo calor, tocaba volver a descansar. Calculamos que estuvimos unas 5 horas en la zona de la tienda de campaña hasta que por fin Trompo consideró que el calor ya no era un problema y nos llevó a otra isleta próxima para empezar nuestro primer paseo.
Primer día por el delta del Okavango
Nada más llegar lo primero que le preguntamos es si en esa zona habría leones o depredadores en general, cosa que negó no muy tajantemente, sobre todo porque cuando oía algún ruido extraño se ponía bastante alerta.
Tras la pregunta de rigor llega el primer escollo, por el camino por el que pasamos nos encontramos con un elefante golpeando una palmera y en vez de no darle importancia, Trompo puso cara de preocupado porque según él, un elefante solitario como ese era un macho peligroso. Fuimos por otra pista y solucionado.
Durante el paseo vimos cebras, pumbas, jirafas, etc. y la verdad que estuvo muy bien. Fue un contraste interesante a ir constantemente metidos en el coche.
El problema vino a la vuelta porque el elefante que nos habíamos encontrado al llegar bloqueaba la única pista que nos conduciría de vuelta al Mokoro. Esperamos un rato y no se movió y como poco a poco iba bajando el sol tomamos la opción de pasar por detrás de él, pasando por una zona encharcada donde nos llegaba el agua casi hasta la cintura. Hicimos de tripas corazón, y llegamos al Mokoro. Calados, pero llegamos.
Esa noche nos preparamos una sopa de sobre, y tratamos de secar la ropa y las botas en la hoguera que preparó Trompo. Después, nos metimos en la tienda a dormir.
Al día siguiente Trompo nos informó de que por la noche habían pasado varios elefantes por nuestro campamento por lo que cambiamos la tienda de sitio, colocándola bajo unos árboles y a la noche siguiente haría un fuego grande para tratar de ahuyentarlos.
Segundo día por el delta del Okavango
Por la mañana tras el desayuno fuimos en Mokoro a otra isleta cercana, donde dimos otra vuelta viendo muchísimos animales (ñus, cebras, jirafas...). La verdad que el paseo estuvo muy muy bien.
El problema es que tras este paseo, volvimos a la tienda donde esperamos varias horas hasta la hora de comer, y después descansamos otras horas hasta que Trompo consideró que el calor volvía a dejar de ser un problema. Durante esas horas de sobremesa se acercó un elefante a la zona de la tienda, por lo que fue un poco más emocionante que la sobremesa del día anterior, la verdad.
Por la tarde dimos otro paseo en otra zona donde había bastantes menos animales, volvimos a la tienda, nos hicimos la cena y a dormir.
Tercer día por el delta del Okavango
La mañana comenzó como el día anterior. Desayunamos tranquilamente y esta vez, en lugar de decirnos que se habían acercado elefantos nos confesó que había escuchado rugidos de león. Poca broma.
Después del desayuno nos acercamos a otra isla, esta vez más grande que las anteriores donde nada más empezar a andar por la pista nos topamos con unas huellas de felino bastante grandes. Eran de león. Trompo entre que se veía que sufría por nuestra seguridad (nos confesó varias veces que si nos pasaba algo, a él le metían en la cárcel...) y que no hablaba bien inglés no nos transmitía ningún tipo de tranquilidad por lo que decidimos plantarnos y "descansar" hasta que llegara el momento de volver a la zona de "reparto de remeros" para coger la lancha de vuelta al camping.
Dada nuestra experiencia consideramos que la excursión de una noche es más que suficiente.